01/07/2011
La potencia grupal
Clínica, teatro. música, trabajo
Osvaldo Saidón
Lugar
La potencia grupal designa el movimiento inventivo que impulsan las diferentes manifestaciones de la clínica, de la cultura y de la política en su actividad cotidiana.
Los autores abordan una heterogeneidad de temas, que van desde la clínica psicoterapéutica, hasta el teatro, la música, y la actividad productiva. Los une el deseo de compartir sus experiencias como un modo activo de insertarse en los desafíos que la vida contemporánea le plantea al pensamiento.
Lo hacen con estilos bien diferentes, pero constituyen un “común” en el hecho de que todos ellos realizan su trabajo, su oficio y su arte en grupos. Aquí están sus relatos.
La grupalidad en portuñol
A partir del exilio de los años 70 se fueron gestando grupos de pacientes, de amigos y de colegas, brasileros, argentinos y uruguayos, que componen lo que di en estas notas en llamar la “clínica en portuñol, una clínica imperfecta.”
La práctica con un lenguaje que recién incorporábamos en el Brasil le han dado una singularidad a nuestro ejercicio clínico político que nos llevó a repensar a los grupos como espacios de invención.
Esta práctica de la lengua común e imperfecta llamada portuñol adopta de hecho una postura inédita en relación a la traducción.
Aparentemente la realiza con descuido, pero en esa indiferencia por la precisión aparece un nuevo estilo comunicacional plagado de invenciones donde la afectación de los cuerpos es tanto o más importante que la exactitud de los enunciados.
En esta clínica habitamos territorios en lo que nos defrontamos con todo lo que da a pensar. Los duelos y las pérdidas, los encuentros y el caos, las traducciones y su imposibilidad, la huida, y la vulnerabilidad. Con los afectos, y las percepciones que surgieron en este transcurso venimos construyendo una clínica imperfecta. Impulsados por ese extraño deseo de recuperación existencial que puede generar la derrota política de la que proveníamos nos lanzamos a reagruparnos en nuestra actividad.
Desde un comienzo pusimos a funcionar todos los dispositivos de que disponíamos para propiciar estos raros cruces entre grupo operativo terapias corporales, estudios de profundización del psicoanálisis francés y del pensamiento contemporáneo que dieron acogida a este arte de lo múltiple.
Fragmentos del método psicoanalítico se combinaban con fragmentos de escenas y con viajes a los paraísos terapéuticos californianos.
Una clínica que propicia una extraña amistad que se dispone a revisar e historiar los procesos de transferencia y contratransferencia que se establecen en los espacios clínicos. Una clínica interesada en los fenómenos contemporáneos de producción de subjetividad que generan los medios de comunicación y dispuesta a contraefectuar su hegemonía. Por eso entender las geografías que habitamos y generar nuevos territorios existenciales es un modo de aliviar el padecimiento y de ejercitar nuestra clínica.
Osvaldo Saidon
Junio 2011
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